La Leishmaniasis es una enfermedad infecciosa que es provocada por el parásito leishmaniam la transmite por la picadura del mosquito simúlido (Lutzomyia) o flebótomo. Este mosquito se cría entre la maleza con mucha humedad y basura.
Existen diferentes formas de leishmaniasis según su localización:
- Cutánea: es la más frecuente, afecta la piel y membranas mucosas. Las llagas se ven el sitio de la picadura, y pueden durar hasta años antes de autocurarse.
- Sistémica o visceral: se ve en todo el cuerpo y puede llevar a la muerte. Aparece varios meses después de ocurrida la picadura provocando daño al sistema inmune.
Los síntomas más comunes sin:
- Úlceras en la cara, brazos y piernas.
- Fiebre, pérdida de peso y malestar general.
- Úlceras y erosión en boca, encías, lengua, encías, labios, nariz y el cartílago del tabique nasal
- Dificultad para tragar y respirar
- Disminución de los componentes sanguíneos (glóbulos blancos, rojos y plaquetas)
- Entre otros.
El tratamiento de la leishmaniasis se basa en compuestos como:
- Antimoniato de meglumina
- Anfotericina B
- Estibogluconato de sodio
- Fluconazol
Generalmente, los antibióticos con antimonio, se administran por vía intravenosa o intramuscular diariamente. Muchas veces, es necesario una cirugía plástica para “salvar” la disfiguración del rostro ocasionada por este parásito o la extirpación de algún órgano como el bazo.
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